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martes, 4 de marzo de 2008

Condecoren a los delegados del PSUV

Antes de empezar, quisiera explicar que pertenezco a esa especie rara de individuos que prefieren un libro a un programa de televisión, o tal vez debería decir que pertenecía, pues de un tiempo para acá se hace imposible participar en cualquier conversación seria, si uno no escuchó antes una cadena presidencial o un Alo Presidente, donde se dan las líneas políticas para el gobierno y también para la oposición. Todos los temas importantes para el presidente, es decir para el país, son detallada, meticulosa y minuciosamente tratados por el comandante presidente, como le gustaba decir al ministro de la corbata y los zapatos.
Confieso que como en todo comienzo me fue realmente difícil adaptarme a toda esa programación, donde se mezclan mensajes políticos, con anécdotas infantiles y rancheras mexicanas, pero para mi casi desgracia como verán más adelante, encontré la manera de entrarle a la cosa, es decir a los programas. Realmente la idea me la dio la compa María José de México: “Mira Carlos, te recomiendo que cuando el presidente vaya a empezar a hablar, te recuestes cómodamente en tu mejor sofá (tengo uno sólo así que no tuve que elegir) y luego cierras los ojos y te dedicas solamente a escuchar”.
Una vez más, Mari Jo tuvo la razón y así de un tiempo para acá vengo aplicando esa técnica realmente maravillosa. Que momentos tan sublimes cuando uno se desliga de todas esas imágenes que nos rodean, las cuales no existen, son falsas, producto de la infiltración del imperio, el cual nos hace creer que al pana Raúl lo mató un malandro la semana pasada, o que en la bodega hace meses que no hay azúcar o aceite, mentiras, falacias de esos medios de comunicación que deberíamos cerrar.
Bueno, pero volviendo al tema, es inenarrable la sensación de tranquilidad espiritual cuando abstraído del mundo que nos rodea y sólo conectados a la voz del comandante presidente escuchamos que se inaugura una nueva misión para sustituir otra. Cómo no enchufarnos con lo mágico de la creación cuando se lanza o relanza un nuevo plan o programa. Cómo no llegar al paroxismo cuando el comandante presidente realiza esas magistrales jugadas en su ajedrez ministerial y mueve sus piezas para mantener desconcertado al enemigo, quien termina sin saber quien es ministro de que cosa.
Pero todo lo bueno se acaba, resulta que en el hospital mi médico privado, privado de la risa el escuálido coño e su ..., decidió prohibirme oír todo programa, alocución o canción del comandante presidente. La verdad es que no se exactamente lo que pasó, aunque yo venía sintiéndome medio extasiado desde que escuche a los delegados del psuv anunciar ese slogan cargado de profundas reflexiones revolucionarias: LO QUE DIGA CHÁVEZ, LO QUE DIGA CHÁVEZ”, escuchar ese slogan para mí fue como si hubiese asistido a un almuerzo con Marx, Lenin, Rosa y el Che, definitivamente mi comandante presidente la revolución está asegurada con estos delegados, aquí si hay futuro.
Yo me dije, con esta clase de delegados no hay ninguna posibilidad que se nos cuele gente como ese Tascón que se la pasa denunciando; dígame la Varela , que atentó contra los sagrados medios de comunicación, o esos revoltosos que no entienden que el 27 F es sólo para los discursos y que no pueden realizar ningún movimiento sino viene por los canales regulares de la revolución (Programa La Hojilla ).Así será imposible que nos suceda como al compañero Allende, a quien asesinó ese engredo anarquista, surgido de lo más profundo de la ultraizquierda chilena, llamado pinochet
En ese regocijo andaba hasta ayer cuando me dispuse a escuchar Alo Presidente y lo vi sacar el tarjetón de donde se escogerán las nuevas autoridades, recordé inmediatamente que el comandante presidente el 15 de diciembre de 2006 dijo que no se veía sentado con las mismas caras de siempre. Eso es, CARAS NUEVAS NO JODA, ya esta bueno de la misma gente. Los ojos empezaron a nublárseme de la emoción cuando salió el primer nombre, en orden alfabético: Adán Chávez, ¡déle duro compa por ahí es!, según mis hijos fue lo último que dije, no recuerdo más nada. Me cuentan que el pecho empezó a inflárseme a cada nombre que mencionaba el presidente y llegó un momento que empecé a flotar. Los bomberos llegaron a prestarme los primeros auxilios, cuando el comandante presidente iba por la letra T, lo cual según el galeno escuálido pero ducho en esto de las emociones salvó mi vida, pues me comentó que no hubiese resistido la W de Willian Lara.
Según el dictamen final todo se debió a la cercanía de los nombres de Escarrá, Cilia y Diosdado, lo cual para un corazón ya viejo como el mío es imposible de soportar sin entrar en crisis. Bueno comandante presidente permítame nuevamente felicitarlo como presidente del psuv por tan acertada escogencia y haga extensiva mi admiración a los 1600 delegados que tan noble y patriótica labor vienen realizando, logrando lo que parecía imposible puras CARAS NUEVAS: ni un ministro ni un ex ministro, ni un gobernador de la IV o de la V , ni un solo diputado, ¡que bárbaros!
Por último, comandante presidente humildemente quiero pedirle que considere la posibilidad de otorgar a todos los delegados la condecoración de héroes de la patria, por tan excelsa labor.
Sólo la burguesía, salva a la burguesía
No queremos gobernar, queremos que nos sigan jodiendo.
Carlos Acosta

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