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jueves, 29 de septiembre de 2011

CONFERRY

Mal sana curiosidad me abruma por saber quién fue el de la idea de sugerir la expropiación de la chatarrería que es Conferry. Mal negocio para la el gobierno, muy bueno para los Tovar, dueños de la detestable empresa.
Ojalá alguien vea más allá de la moda de expropiar y decida dejarle su basura a los señoritos estos, quienes aún deben estar celebrando la inmejorable oportunidad (hasta quedan como víctimas) de salir de una empresa que significaba una piedra en sus pescuezos, pues seguro es que ellos no encontrarían quien se las comprara y menos estaban dispuestos a invertir la inmensa cantidad de dinero que significaría intentar reflotar semejante ruina.
Por ahí hay cuatro o cinco vainas pidiendo a gritos que se les expropie, sin pago ninguno, pues bastante que han expoliado a este pueblo. Seguramente esos actos sí tendrían un componente revolucionario, a diferencia de lo sucedido con la empresa Conferry donde quedamos cual soquetes, pisando una conchita de mango. Ojalá y mis malos pensamientos no se corroboren algún día y nos muestren la gran comisión cobrada por quienes han salido beneficiados (aparte de los dueños) con semejante error, económico, táctico y político.
Conferry ha debido quedar en manos de sus dueños, para ejemplo de lo que significa el capitalismo depredador y sin ningún compromiso con nadie y nada que no sea sus bolsillos. Ha debido seguir con ellos hasta que solamente quedaran las piltrafas de algo que nunca ha debido ser, pero que ellos en su prepotencia dicen que el capitalismo y la empresa privada son lo mejor.
Ya el gobierno había dado un importante paso en esa dirección (creíamos acá), cuando compró y trajo un gran ferry para cubrir la ruta La Guaira-Punta de Piedras, pero pasados más de dos años, el fulano barco sigue flotando cerca de algún puerto sin poder soltar amarras, por cuanto a uno de esos tantos genios que pululan en los pasillos del gobierno, se le ocurrió comprar y traer un barco que no podía, y aún no puede, atracar en ninguno de nuestros puertos, pues su configuración es distinta a cualquiera de nuestros muelles.
Errores aparte, esa era la vía, por ahí iban los tiros: montar una flota alterna, una empresa naviera revolucionaria y que ellos se quedaran con su basura para ejemplo y escarmiento de quienes aún siguen creyendo y denostando, en el capitalismo y del socialismo.
Hemos perdido una nueva e inmejorable oportunidad para demostrarles al mundo todo, cómo se hacen bien las cosas en un sistema socialista, donde sí valoramos al ser humano y lo demostramos colocándoles al lado una empresa que ellos, con todo su pedigrí capitalista, no fueron capaces de brindarles al pueblo. Ocasión propicia para contrastar, comparar, ejemplificar y demostrar, quién es quién en esta lucha por la supervivencia del modelo capitalista y del socialismo; Conferry y una empresa bolivariana de ferrys, las dos navegando en el Mar Caribe, qué bueno hubiese sido.

sábado, 24 de septiembre de 2011

¿VIVIR VIVIENDO?

Juan Carlos León
Casi cincuenta años de vida me han enseñado que son pocas las cosas que necesitamos realmente para tener una buena vida. Carencias, antojos. Necesidades, debilidades. Así, más o menos, se maneja la vaina cuando de tener cosas se trata. Control de tv, teléfonos, luego los mismos pero celulares, tv de color, después de plasma, carros, motos o bicis, aires acondicionados, microondas, equipos de sonido, computadoras de mesa o de pantalleros, etcétera, etcétera. En cosa de 20 años, la lista se ha agrandado y seguro podría seguir creciendo en los próximos. Ya veremos cómo le hacemos.
En todo mi tiempo de vida, me he dejado seducir por algunos de estos adminículos, otros me parecían menos “necesarios” y los dejé pasar. Antes, permítanme una corta digresión: Casi todo lo planteado por el presidente Chávez, desde aquel 2 de febrero de 1999 hasta hoy, sábado 24 de septiembre de 2011, ha sido apoyado por mi silenciosa e inocua opinión. Salvo algunos nombres colocados o cambiados a ciertas cosas o entes y alguna que otra falta de autoridad a la hora de entrompar las malas mañas de la mayoría de los comerciantes de por estas bolivarianas tierras, ejemplos: dejar esa clausuradera por 72 horas y proceder a quitarles el comercio sin ningún tipo de pago, quizás así agarren mínimo, porque lo otro es una mamadera de gallo, pues hacen las cosas para que el gobierno les quite pero les pague completo, y encima se van a miami a pavonearse diciendo que Chávez los persigue y acosa. Igualmente, veo con cierta desilusión, la absoluta carencia de paredones que logren enseriar esta lavativa. Fin de la digresión.
La mayoría de las cosas (tv, compus, equipos de cd y otros) que adornan las salas y demás habitaciones de cualquier casa, por más humilde que pueda parecer, son producto de una categoría denominada necesidades creadas, es decir, por medio de la publicidad te hacen creer que si no tienes el aparato tal, de la ultísima generación, no vives. Luego te percatas que de todo ese enjambre de funciones y coroticos, terminas usando dos o cuatro, es decir, cualquier otro te pudo servir igual y mucho menos caro. En fin, así es la relación con este mundo hoy día.
Justo acá, entra en juego una de las últimas misiones o planes del presidente Chávez: Vivir Viendo, le llamó. Me dije, listo como que sí tendré plasma y A/A, y así fue. Cara me salió la vaina.
Da la mala leche, que el vivir viviendo coincidió en el tiempo con un intento más de este gobierno, por lograr que la gente entienda que la energía, eléctrica en este particularísimo caso, no se debe derrochar so pena de quedarnos en la más completa oscurana. Algún clarividente dijo, multemos el incremente de su uso. Claro, el año pasado por estas mismas fechas, no tenía ni plasma ni A/A, en tal razón, me clavaron, me jodieron, me multaron.
Ya el tener que pagar el aumento, sólo de la factura, me salió caro. Ahora imaginen ustedes si eso lo duplicamos, más caro me salió. Tan cara fue la cosa, que hoy se aparecieron dos tipos mal encarados ellos, a cortar la luz por falta de pago. Debí dejar el frescor del cuarto y la película que veía para salir volando a pagar de golpe los dos recibos que tenía pendientes. Claro, pagué solamente el consumo eléctrico de mi vivir viviendo, las multas seguramente crecerán con los intereses hasta no sé cuándo. Pero de verdad que el vivir viviendo, me salió caro.

lunes, 21 de febrero de 2011

Bolas

Creo que en un par de oportunidades intenté lanzarme en huelga de hambre, por allá en tiempos de estudiante en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Ninguna de las dos se pudo concretar. Aunque mis recuerdos sobre ese par de oportunidades no son muy buenos, sobre todo de la primera oportunidad, sí logro recordar que ese primer intento sería frente a la Nunciatura (sí, la de los pedófilos), en ese momento tenía que ver con reivindicaciones estudiantiles, y para lograr tal fin, teníamos planificado encadenarnos al portón de la cueva esa. Solo recuerdo al gordo Aquino entre quienes haríamos tal cosa. Tampoco recuerdo bien el porqué no se dio.
La segunda, la recuerdo mejor. Tenía que ver con un desesperado (obviamente) intento por llamar la atención sobre la estafa que se cometería desde el Ministerio de Educación (Caldera II) con las licitaciones de compra de libros escolares. La idea surgió en una tasca de Plaza Venezuela donde desesperados buscábamos la manera de parar la estafa de la cual serían víctimas, en primer lugar, los jóvenes estudiantes de primaria al recibir libros con mala calidad en cuanto al contenido y segundo, el patrimonio económico de la nación pues estaban en juego una gran cantidad de millones que significarían más endeudamiento.
Éramos tres quienes en ese momento discutíamos sobre qué y cómo hacer. Uno de los amigos nos planteó la posibilidad de la huelga de hambre, la haríamos los dos involucrados directamente en el problema, pues habíamos trabajado en el ME. Nos pareció buena la sugerencia del compa. En seguida empezamos a buscar el mejor lugar y fecha. Pronto decidimos que sería en la entrada de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, eso garantizaría que los pacos no nos levantaran la huelga en la madrugada, pues tendríamos a los amigos cuidándonos. Listo.
Debía ser en lo inmediato, para ello teníamos que cuadrar algunas cosas con los panas; la seguridad, llevar las colchonetas, los documentos con los cuales sustentar nuestra denuncia y convocar a la prensa para el momento mismo en que nos lanzáramos. También buscábamos el mejor momento, es decir cuando no hubiese clases (madrugada) y poca vigilancia, debíamos estar ahí para cuando saliera el sol y abrieran la Facultad. Debíamos cuadra bien, pues muchos de los vigilantes eran adecos y hasta policías, no querían nada con luchas estudiantiles ni sociales de ningún tipo.
En la medida que cuadrábamos la estrategia, crecía el ánimo y la disposición a llevar a efecto nuestra acción. Para ser más precisos, y en honor a la verdad, mientras cuadrábamos el plan, el amigo quien se lanzaría conmigo estaba eufórico, la sola idea de las cámaras, las luces, los micrófonos, los flashes y hasta las libretas periodísticas, lo tenían excitado, emocionado, de una se apuntó para hablar él de primero. Nuestra expectativa era que en dos o tres días se resolvía el peo, para ello debíamos demostrar seguridad, fortaleza y convicción en lo qué hacíamos y decíamos, debíamos demostrar que estábamos dispuestos a todo, sabíamos que el gobierno no querría echarse encima semejante vaina.


Fue justo ahí, en esa sacadera de cuentas y planificando acciones posteriores, cuando surgió la pregunta: ¿Y si no nos paran bolas?. Bueno, apunto el mismo pana quien ya nos había sugerido la huelga de hambre, se lanzan en una de huelga de líquidos y en tres días están muertos. La cagó. Pues acordamos hacerla bien extrema y si en un plazo perentorio no daba resultados, nos lanzábamos en huelga de líquidos, es decir cero bebidas de ningún tipo. Estábamos decididos, o nos paraban o nos moríamos pal coño.
Tan pronto Freddy nos soltó semejante vaina, el compañero de huelga trastabillo, arrugó pues, apuró su cerveza de un coñazo y para cuando colocó la jarra en la mesa, aún el color no le había vuelto al oscuro rostro. Bueno Juan, alcanzó a decir, lánzate tú y yo me encargo del peo con la prensa, yo coordino todo lo que tenga que ver con los medios. No podemos morirnos los dos, porque si no la vaina se acaba. Freddy y yo, intercambiamos una rápida mirada, ya sabíamos que la huelga no iba.
Hoy, aquel amigo milita desaforadamente en las filas oposicionistas y en tiempos del paro golpista de finales de 2002, lo veíamos en todos los canales golpistas arengando al sacrificio de todos y a no comer y a no comprar y a no salir y a no vivir. Más o menos así es la calaña de estos muchachos que hoy, y los de mañana, se lanzan a una huelga de hambre que no es más que una función, una payasada, ojalá que alguno de ellos tenga bolas suficientes para dejarse morir por defender al asesino ese de mazuco.

martes, 8 de febrero de 2011

EL VERRACO

La vaina contigo Eliézer Otaiza, a veces provoca seguirte la corriente, a veces ladilla, creo que ahora estás en esta última etapa. No me asombra y menos me asusta que ahora digas que yo estoy detrás de tus fantasías del héroe a quienes las fuerzas del mal acosan.
Entiende muchacho, esto que pasó es tu culpa, es por tus deseos de tirártelas de galán, de sabroso. Por no entender la diferencia que existe entre un revolucionario y un dandi. Olvídate de una conspiración de John y mía, ni del imperio, ni de Vladimiro, ni de un satélite espía que te anda cazando, no. Eres tú, son tus irrefrenables deseos. Eres tú por no oír consejos, por creer que dos o tres lecturas apresuradas ya te hacen filósofo, por tanto te las sabes todas más una. Yo te lo dije, esa manía tuya de estar de pájaro bravo te saldría cara, ahí está, te lo diré en lenguaje más llano, tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe. Tenía que pasarte, lo lamento por las personas que han salido perjudicadas y que son unas nuevas víctimas de tus descontrolados ímpetus, pero tú te lo buscaste y eres el único responsable, lo otro es una vil manera de intentar quedar bien con quien te ha bajado del pedestal donde posiblemente, te colocó en algún momento.
Debes entender que un funcionario de este proceso no debe andar por ahí como un verraco y de paso cayéndose a palos, dándoselas de motorizado sin tomar una elemental medida de seguridad para quienes son tu responsabilidad al momento de andar en una moto, hermano colocarle un casco a quien montas en una moto, eso Eliézer Otaiza le habría evitado tanto dolor a varias familias, así que no busques culpables en las sombras de tu comportamiento. Sea barón y asuma.
Hermano, estás dando lástima, a mí no me asustarás con tus vainas de loco. Échale bolas, denúnciame donde te dé la gana. Aquí el único que no está claro eres tú, ah y tu hermano Juan Carlos Otaiza, ese creo que está más jodido que tú, me comuniqué con él, pensando que tendría un poco de sentido común y podríamos intentar parar esta locura tuya y me salió con una más arrecha que la tuya, este creo que me escribió, no recuerdo bien, que fue el presidente Chávez quien dijo que John era culpable, qué tal? Te doy un último consejo, aléjate de tu hermano Juan Carlos, está más loco que tú.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mala leche

Se supone que cuando uno se mete en vainas, está dispuesto a aparecer en vainas. Susto? Sí, como no, pero si la vaina me gusta, le echo igual bolas aunque me dé miedo. Más o menos así funciona la cosa. La lógica humana, pues.
Ahora bien, las cárceles se han hecho ancestralmente para joder al que jode, aunque esta máxima no siempre se cumple, sobre todo si eres sendo pela bola. Pero por ahí va la vaina. Digo esto porque quien, por decir algo, atraca o roba, se enfrenta a una posibilidad de caer preso. En razón de lo cual, el atracador o ladrón, guardará algo del botín para el otro ladrón, es decir, el abogado. También andará por ahí, mentalmente ganado pa´la cana.
Esto último, y solo esto último, no tendría por qué ser muy distinto, para quien se enfrenta a una dictadura. Sobre todo si es una dictadura terrible con un gorilota y tal. A ese comportamiento medio suicida le llaman valentía, coraje, arrojo o claridad política, también hay quienes le dice, tener bolas. Por acá por estas bolivarianas tierras se han visto casos.
Hay quienes datan la última dictadura con un pocotón de años, y no sé porqué será se me antojan como muchos. Otros, se atreven a decir que estamos inmersos en plena dictadura.
A estos últimos especímenes es a quienes quiero referirme.
Nada menos heroico que llorar o hacer berrinches, poco varoniles o femeniles, según sea el caso, cuando el mundo se te pone chiquitico con la dictadura de marras que estás “combatiendo”. Y es que justo en ese momento, cuando los esbirros entran a tu casa a pleno día y con una orden de un juez, o te agarran en la calle también en pleno día y con un montón de curiosos viendo la vaina, o cuando te citan por ladrón (que dictadura tan loca esta), es cuando debemos enverracarnos hermano e ir a las mismísimas mazmorras del régimen pletóricos de orgullo, no joda!
Visto el berrinche, me entra como una angustia cuando veo esas cosas del acontecer político nacional. Y es que a mí me jodieron todo; a mí me dijeron que la vaina de ir encanado era parte de la jugada por la libertad y que debíamos estar ganados para asumir semejante circunstancia con toda la dignidad posible. Asumir con coraje y valentía semejante vaina, coñaza incluida.
Conclusión: alguien miente.
Y es que no puede ser que ninguno de los carajos que lucha en contra de la dictadura de Chávez, pero ninguno, tenga las bolas suficientes como para aguantar una simple cana con alguito de dignidad. O no están ganados para luchar o aquí no hay dictadura un coño.
Y es que hay algunas coincidencias que obviamente se prestan para nuestras sospechas. Todos los involucrados en problemas con la justicia tienen un elemento común (aparte de gritar que luchan en contra de la dictadura de Chávez) sin importar si son periodistas, militares, juezas, políticos, comerciantes, industriales, estudiantes: son ladrones, es decir, el dinero mal habido es la causa fundamental de sus devaneos legales. Un pequeño porcentaje, no por ello menos peligrosos, son asesinos, violadores, terroristas y algunos pederastas que no han logrado ser pillados (diría un buen cristiano, Dios tarda pero no olvida). Todas estas causas nada vinculadas ni de lejos con luchas anti dictatoriales, para nada.
Ahora bien, como hemos visto las causas se diferencian poco, se unifican en que todas son absolutamente despreciables. Otro punto de coincidencia es que todo aquel que se dice luchar, es un redomado cobarde. Hombre, mujer, joven, mayorcito todos tienen los mismos ataques de pánico, se desmayan, la tensión, el corazón, los nervios, la cagueta, la taquicardia, la cadena y el candado pero en el balcón de la casa, etcétera. No hay uno, ni uno solo que demuestre cojones y diga yo sí y punto. Todos corren al refugio de la política, de la mala política. Qué mala leche.

viernes, 21 de enero de 2011

CHÁVEZ, VENTE PA´CA

Desde los tiempos en que vivía en Caracas y venía a la Isla con cierta regularidad, notaba que por acá se asume, ejerce o practica la política de manera distinta (también la vida cotidiana). Si bien es cierto no existen los sobresaltos propios de estos tiempos de intentos o amagos de cambios profundos; rumores de golpe, de colapso en el tránsito por el cierre de tal vía, de la clausura de entidades financieras porque han quebrado, que Chávez huyó a Cuba con la familia y un realero loco, que tal y que lo otro, así más o menos es o era, el acontecer diario político en la Capital. Esto deja poco tiempo para el aburrimiento político, también del otro.
Este ritmo de vida va unido a los grandes mega-mercales en las principales avenidas, inauguraciones de grandes cadenas de abastos expropiados, entrega de créditos, la avenida Los Próceres full de flamantes y relucientes vehículos nuevecitos, de camionetas de jises de motos, inauguraciones de comisiones y etcétera, etcétera. Permanentemente ves, en un gigantesco mesón ovalado, una caterva de ministros y funcionarios de todos los colores. Observas y oyes como se discuten problemas del país y como se aportan soluciones. Se dan directrices para todas las obras y planes que se harán en cada rincón. Vemos mapas y mapas que son sometidos al grafismo del Presidente, todo con la didáctica finalidad de que entendamos para dónde van los planes, hasta dónde llegarán los desarrollos y a quienes tocará la mano de estos.
Podría enumerar una buena cantidad de planes fallidos. De proyectos no natos. De flechas dibujadas que no llegaron al destino acordado. De rayas que no se extendieron hasta donde debían. De puntos neurálgicos que no se ramificaron para ningún lado. Nada importó que cada dibujo, que cada boceto que cada plan fue graficado en cámara, es decir, en vivo y directo.
Desde Caracas, pareciera existir otro país y desde acá también. Les cuento, casi a diario asistimos en vivo y directo a otro país a otro Estado. A otra revolución. Son otros los ministros y funcionarios que vemos y oímos. Es otra manera de hacer la política. Es otra forma de trabajar y desarrollar los planes sociales. Ahí todos los funcionarios son unas estrellas, Chávez los colma de halagos y felicitaciones por el excelente cumplimiento de sus funciones. Bien.
Pero eso es allá. Por acá, Presidente, esto funciona con otra dinámica, con otra lógica, con otro son, con otros intereses, en nada consustanciados con lo que usted ordena o planifica o dibuja o quiere, por supuesto, y menos con los intereses del pueblo.
Ahora bien, Presidente, qué hacer, porque no es que sea un problema de ahora, de ayer pa´ca, no señor eso es viejo, tan viejo es que viene de la cuarta república, estamos ante la mismita manera de hacer política. Desde allá para acá, nada. Vengase. Por acá, Presidente, seguimos sin ver a un ministro ni a ningún alto funcionario, tampoco vemos al alcalde ni a los concejales ni a los diputados regionales. Por acá no vemos a nadie, no existe tanta belleza dibujada en la pantalla, Presidente. La cosa es tan terrible, Presidente, que ni cuando son candidatos los vemos, le puedo contar que cuando la última campaña a gobernador nunca vi al candidato nuestro por ningún lado y cuando, otra vez, fue candidato a la Asamblea Nacional, lo vi una sola vez pasar en el techo de una flamante camioneta, raudo y veloz (mucha gente también, no lo vio). Al adeco lo vi dos veces caminando por el pueblo.
No recuerdo la fecha, y no quiero pensar. Pero a usted, Presidente, lo oí decir que no quería ver a ningún ministro en Caracas, que quería verlos caminando los pueblos, con la gente. Seguramente sus múltiples ocupaciones no le han dejado tiempo para ver que la gente no los ve, menos los toca y nada que decir de hablarles, de entregarles papelitos como a usted, Presidente. Vengase.
Agarre la carpa de Kadafi, échesela al hombre y venga. Empiece por cualquier pueblito y verá como no existe mística, orgullo y mucho menos ideología revolucionaria alguna. Instale su carpa en el primer cuartel, me gustaría decir en la Plaza Bolívar del pueblo, pero aquello de la inseguridad no es cuento, no importa instálese, póngase sus lentes su peluca y su cachucha. Vaya a buscar un Mercal o Pdval, Presidente, intente comprar un pollo, o váyase a un banco de esos que ahora tiene la revolución, pida un crédito. Visite los consejos comunales. Visite las cooperativas. Camine el pueblo, toque a la gente y pregunte por usted. Pero que no sea un ratico, quédese un mes, hágalo de cuando en vez y de vez en cuando. Ese pueblo que tanto quiere, se lo agradecerá.

viernes, 10 de diciembre de 2010

EL ASOMBRO

Ha superado nuestra expectativa. Con esta celebérrima frase, solían los funcionarios del gobierno, demostrar su asombro y referirse a la cantidad de gentes que asistían a las concentraciones convocadas por el Presidente o en su favor, en tiempos de golpes y paros golpistas, por allá por el 2000 y pico. Nunca me pareció una frase feliz, pues siempre denotó desconocimiento o desconfianza en el pueblo. Yo, por el contrario, les habría recomendado decir algo así: sabía que el pueblo respondería o, estábamos seguros que el pueblo no dejaría solo a su Gobierno a su Comandante o quizás alguna otra vaina que denotara exactamente lo contario a ese necio, ¡ah, yo no pensé que vendrían tantos!.
Algo similar pasa con la actitud de los enfermos escuálidos cada vez que Chávez “mete la pata”, salen corriendo asombrados, a decírselo, coño si es mi enemigo y está cagándola, déjalo que se joda, ¿porqué salir de sapo a darle aviso? ¿No será que no está metiendo la pata nada?.
Ojalá la vaina fuese cosa de escuálidos nada más. De este lado la cosa es medio chimba también. Resulta que ya debería alguien saber y hacerle saber a los que no sepan que no hay obra hecha o por hacer de este gobierno, que los enfermos escuálidos digan que está bien, entones qué toca hacer? No asombrarse y dejarlos que se ahoguen en su vaina.
Por ahí salió un pendejo medio asombrado y quejándose de la actitud de los enfermos escuálidos de culpar a Chávez de cualquier vaina. ¿En qué país viven quienes defienden a Chávez? ¿No se han percatado que el equivalente de los gusanos cubanos, son los enfermos escuálidos? Entonces déjalos que se cocinen en su salsa.
Suelo disfrutar cada vaina de estos loquitos que nos tocó por oposición, esta última está muy buena: Chávez es culpable de las lluvias por el bombardeo de las nubes hace meses. ¡Coño, déjalos¡ pues los colombianos seguro (si es que tienen tiempo de oír semejante locura) se preguntarán qué clase de gafos son estos venezolanos (es decir, aquellos).
Ahora bien, qué sí deberían criticar pero hasta la madre, bueno, que pasados once (11) años tengamos este desmadre de la falta de casas (¿dónde carajos están las Petrocasas? ¿Qué hacen ahora mismo? ¿Cuántas urbanizaciones, casas han hecho? ¿Dónde están?). Que once (11) años después, todavía estemos descubriendo latifundios, no me jodas y entonces? Que once (11) años luego, aún estemos jugando la candelita con los Bancos que no les da la gana de darles créditos para casa a los pobres (ni para nada). Que once (11) años después, aún la gente siga muriendo porque las clínicas privadas (decir privada es como redundante, verdad?) no atiendan pobres y limpio menos. Que once (11) años después, un pobre deba pasar muriendo frente a una de esas clínicas, rumbo al ambulatorio porque sabe que ahí no le ayudarán, y en el camino muera.
Si los enfermos escuálidos no se ocupan de eso, pero sí del bombardeo de nubes que trastocó el clima mundial, coño déjalos, de qué te asombras? Pero eso sí, critiquemos nosotros lo malo de verdad, y dejémosle a ellos el asombro por la fantasía.