EL AHORRO ENERGÉTICO (II)

Seguro que no es del período del ahorro, sino del anterior. Así intentaron consolarme algunos amigos. Posiblemente fue un error, eso le pasa a cualquiera y, eso le pasaría a quien tomó la lectura del medidor, argumentaron otros. Como quiera que haya sido, le dieron una patada a lo que ha sido una filosofía de vida y ahorro eléctrico. Digamos que así lo asumí. Claro, estuve en shock, apenado con mi familia quien no sabe nada de tan absurdo resultado.
Es decir, después de tanto desvelo por cumplir con la meta del ahorro energético, y casi me salió multa. No lo puedo creer. Esto no puede saberlo mi esposa, nunca. Si me pregunta, diré que está lloviendo y tengo hambre. Si vuelve a preguntar, le diré que nos vayamos a la playa. Si insiste, le haré un regalo.
Aún no he cancelado el recibo de mi frustración (el de 151,62 bsf.), no he podido salir de casa. Ahora tengo miedo de apagar un solo bombillo o desenchufar nada. Menos dar arengas sobre el ahorro y tal y cual y esto y lo otro y el agua y el planeta, ni nada de nada. Silencioso y cabizbajo ando por casa.
Tampoco es que se desataron los demonios come electricidad y ahora vivimos en una bacanal de despilfarro y abuso, no nada de eso. Lo único que ha cambiado son mis peroratas, igual mantengo el ritmo de ahorro, pero ya como quien no se desespera por la cosa, igual seguimos por debajo de lo que consumíamos antes del 09 de febrero de 2010, fecha de emisión del recibo de 132,79 bsf. (digo yo).
Llegó otro recibo.
Sí, distinto al de 151,62 bsf. éste me generó un escalofriante desconcierto. Algo en mí ha de estar muy mal o muy bien, porque el caso es que si el primero me destaponó, éste no me ha hecho nada. Estoy frío. Seco de emociones. Y es que el de ahora, llegó con el monto de ciento ochenta y tres bolívares, con cuarenta y cinco céntimos (183.45 bsf.).
Con lo del ahorro me volví un perfecto inquisidor: donde veía luz, zas!, la apagaba, y los dos recibos emitidos bajo mi régimen, llegaron más elevados. Si el castigo por tan antipatriótico comportamiento fuese morir apedreado en la sede de la compañía eléctrica, con mi muerte se estaría cometiendo una tremenda injusticia. Algo pasó, no sé qué, y seguro nunca lo sabré.
Ciento ochenta y tres bolívares, con cuarenta y cinco céntimos (183.45 bsf.). Aún no me lo creo. He buscado los recibos del año en curso, y el último del año pasado, es decir, diciembre de 2009 y enero, febrero, marzo y abril de 2010. Definitivamente estoy afectado por todo esto. Buscando en mi consumo regular de los últimos meses, me encontré con lo siguiente:
En las facturas de electricidad, por lo menos en el estado Nueva Esparta, hay una representación gráfica de barras donde se reflejan las fluctuaciones del consumo, sus picos altos y sus bajos, depende de cada caso, ellos le llaman Evolución del consumo. Debajo de las barras ellos colocan una leyenda que dice Promedio (kwh): xxxx. Y al lado de estos dos aspectos, unas columnas donde se refleja el consumo por cada mes pasado, incluyendo el año completo y el mes de facturación, me explico, si la factura corresponde al mes de enero 2010, tanto las barras como las columnas reflejarán, desde enero de 2009 hasta enero de 2010 y así con cada mes. Por lo tanto, se puede tener una idea que parecería clara de nuestro consumo y costos. No tomaré como referencia el promedio sino el consumo por cada mes, según la compañía eléctrica.
Antes de continuar, les aclaro algo, durante el año 2009 mi consumo de electricidad tuvo un pico alto para el mes de octubre como consecuencia del nacimiento de mi hija (nació el 18 de septiembre). En octubre de 2009 fueron 2.683 kwh. En noviembre del mismo año 2.392 kwh.
-Fecha de emisión, 09 de diciembre de 2009. Factura n° 000009711543. Monto, 185.31 bsf/2.139 kwh.
-Fecha de emisión, 13 de enero de 2010. Factura n° 000009857101. Monto, 197.89 bsf/2.282 kwh.
-Fecha de emisión, 09 de febrero de 2010. Factura n° 000009984777. Monto, 132.76 bsf/1.514 kwh.
-Fecha de emisión, 10 de marzo de 2010. Factura n° 000010131720. Monto, 151.62 bsf/1.776 kwh.
-Fecha de emisión, 13 de abril de 2010. Factura n° 000010267020. Monto, 183.45 bsf/2.163 kwh.

Todo esto me cataloga como un alto consumidor residencial (más de 500 kwh). Y así lo asumo.
Bien, por lo dicho y explicado anteriormente (EL AHORRO ENERGÉTICO I) soy un pichirre, miserable, caleta, así me dicen en son de broma familiares y amigos, ahorrador y con sentido de responsabilidad, les digo yo. Esa manía por el ahorro energético me permitió, desde octubre 2009 cuando fue mi pico más alto, aplicar mi sistema personal de ahorro e ir bajando paulatinamente el consumo, se puede ver claramente en los datos aportados. A excepción de un pequeño salto en enero, raro pero ahí está, seguí bajando el consumo.
La gran sorpresa se presenta cuando empezó, vía decreto presidencial (necesarias amenazas y estímulos de por medio, según fuese el caso) el ahorro energético, les repito he aplicado toda mi vida y puede verificarse en los datos aportados.
Nadie en este mundo me podrá decir ni con números ni con tablas ni con matemáticas ni con filosofía ni con poesía ni con nada, que yo no cumplí y que por el contrario, cuando se me incendio el patriotismo, aumenté mi consumo, no uno sino dos meses seguidos. Les juro que primero me consternó la vaina, hasta cómica me pareció, ahora lo que tengo es una soberana arrechera que me llevan los mil demonios.