Y A GUILLERMO FARIÑAS ¿QUÉ LE PASÓ?

Guillermo Fariñas, dice ser periodista disidente –creí que todo periodista lo era por esencia y naturaleza- cubano quien en estos momentos y desde hace meses está en huelga de hambre y agua en la ciudad de Santa Clara, en Cuba (a huelga rara ésta, cualquier otro humano estaría muerto desde hace rato). Me disculpan la sátira, pero él empezó cuando se metió con nosotros (ya tiene días la vaina, pero igual tengo la espinita por aquí) tampoco puedo ni quiero evitar ver al tipo de marras y pensar inmediatamente en Dobby, un elfo doméstico de Harry Potter, véanlo bien, véanlo bien. De cualquier manera, les aseguro, es lo menos malo que pienso cuando lo veo. Sobre todo, cuando leo algo de sus comentarios, en los cuales se refiere a nuestro presidente, Hugo Chávez y al gobierno que éste encarna.
Suelo respetar a quienes toman medios de lucha extremos sin importar la causa que puedan defender. Normalmente son causas que me enamoran y de las cuales me hago parte solidaria y silenciosa, la mayoría de las veces. Hoy no es una de esas, lo único que logré mantener hasta hace pocas semanas de mi permanente conducta, era el respeto por la actitud tomada por Fariñas.
Confieso que dicho respeto se perdió tan pronto este engendro de la disidencia cubana, inmiscuyó a nuestro gobierno a nuestro presidente por tanto a nuestro pueblo, en su mercenaria conducta. Ahora no creo sea digna su postura, ahora lo veo tal cual es (cuan sabios los cubanos con esas plagas de contrarrevolucionarios con quienes les ha tocado lidiar por más de 50 años), mercenario, asalariado, pitiyanqui, traidor y seguidor de un guión repartido a lo largo de nuestro continente, donde para cobrar los dólares del imperio gringo, deben repetir la misma cantaleta: la culpa es de Chávez, el malo es Chávez, el coco es Chávez.
Con qué moral viene este elfo domesticado (Dobby) por los gringos a decirnos nada de Chávez. Sinvergüenza, manipulador y traidor. Ojalá tenga bolas para llevar su huelga hasta las últimas, seguro sabe que no tiene salida y ha decidido vender sus últimos alientos en pos del vil dinero.
Ya, eso era todo con el bichito ése.